Hace algunos meses, José Luis Orihuela ponía de manifiesto en el UCAM Media Lab 2006 que quien no está en Google no existe. Realmente esta afirmación parece algo extremista pero es infinitamente cierta si acotamos el ámbito a determinados sectores; no le preocupa a mi madre estar la primera cuando introduzcan su nombre en Google, (lógicamente ni aparece), aunque es posible que ElPais sí esté interesado en ser el primer resultado de la búsqueda.

Entre un extremo y el otro me encontraba yo hasta hace un tiempo, no me preocupaba no aparecer en Google pero me resultaba interesante hacerlo.

Hoy 26 de marzo de 2007, he descubierto que Google sabe muy poco de mí, soy la séptima opción en los resultados la búsqueda si introduces mi nombre: Isabel Martínez Moreno. Realmente sólo aparece mi blog, Perionauta y dentro de éste un pequeño perfil en el que no se dice nada de mi persona, salvo mi nombre completo y mi ubicación geográfica. Aunque también se puede conocer algo sobre mi forma de pensar (por tanto de ser) y de escribir si se leen los post que he ido publicando.
No obstante no es esto lo único que Google sabe de mí; si en lugar de Isabel introduces isa Martínez Moreno puedes conocer mi carnet de prensa en bottup, así como algunos datos del perfil que yo rellené. Por tanto, se ofrece la información que yo previamente he decidido, como que soy estudiante de periodismo y que estoy interesada en temas políticos y sociales.

Si buscas con este nombre también puedes encontrar comentarios que he dejado en algunos medios digitales.

En cualquiera de los casos, Google sólo muestra de manera directa la información que yo le he dado, es decir, estudios, localización, sexo.... No obstante, entre lineas se puede apreciar mucha más información en torno a mis inquietudes y mis facultades cognitivas (para bien y para mal). Pero información, al fin y al cabo que previamente he consentido.

De manera que no me desagrada lo que Google muestra porque realmente es lo que hay, o al menos lo que yo he hecho que esté. Aunque por supuesto falta mucha información.

El desconocimiento casí absoluto que Google tiene sobre mí es fruto fundamentalmente de mi mediano (incluso bajo en determinados campos) dominio de esta tecnología. Si bien, éste no es el único factor, mi despiste unido a esta ignorancia me han llevado a cometer algunos errores como estar registrada en diferentes sitios con diferentes nombres, o no usar siempre el nombre con el que más me identifica la gente, porque todos estos pasos contribuyen a que cuando quieran saber algo de ti lo encuentren fácilmente. No obstante, soy consciente de las oportunidades que aparecer en este buscador te puede ofrecer, ya que podemos considerarlo como una especie de currículum vitae activo, es decir, en continua adaptación de tus progresos. Es decir, es un escaparate en el que estás expuesto 24 horas al día, todos los días y en todas partes. Por lo tanto, sería interesante que nos preocupáramos más por la identidad de dominio público que mostramos y por consiguiente por crearnos una acorde con nuestras capacidades e intereses.

En la actualidad, y dada la situación de los medios de comunicación, para los estudiantes de periodismo puede que idea de Orihuela sea una realidad.