La útlima hora se llama Twitter
¡Ya ha nacido, ha sido niña y se llamará.....! Si el primer parto de la princesa de Asturias fue hecho público vía sms, éste puede ser dado a conocer a través de Twitter. ¿Se imaginan al mismísimo príncipe Felipe retransmitiendo el parto de Letizia minuto a minuto? El problema lo encontrarían a la hora de dar a conocer el nombre, porque este nuevo sistema de comunicación sólo tiene capacidad para 140 caracteres y ya sabemos como se las gastan los Borbones con los nombres.
Twitter es el culpable de que todos podamos saber lo que el resto de personas están haciendo en cada momento, una nueva modalidad de comunicación que ya tiene más de 100000 seguidores. Siendo EEUU el país que cuenta con más adeptos. Y un claro ejemplo es el candidato demócrata a las elecciones de EEUU, John Edwards, que ha sabido sacar provecho a esta idea. Sin embargo, esta forma de gorjeo (traducción de Twitter) no es algo nuevo, surgió en el verano de 2006 de la mano de una compañía de San Francisco llamada Obvious, aunque su consagración total se produjo durante el reciente festival South by Southwest, celebrado en Austin (Texas), a partir de unas pantallas gigantes colocadas en diferentes lugares y en las que se podían observar mensajes cortos de personas en los que se daban a conocer diferentes eventos.
En cualquier caso, Twitter no sólo permite conocer qué está haciendo una persona en cada momento a través del ordenador, también se puede entablar está comunicación vía teléfono móvil. Asimismo cuenta con otras herramientas para utilizar Twitter en el mundo paralelo de Second Life; para actualizarlo desde el correo electrónico o a través de lo que escribes en tu blogs, con Twitterbox, Mail2twitter yTwitterfeed respectivamente.
No obstante, parece que no ha gustado por igual este nuevo sistema de comunicación, algunos incluso hablan de voyeurismo virtual, mientras que otros ven en Twitter algo que va camino de convertirse en el próximo Youtube. Sea cual sea la realidad de este nuevo proyecto lo cierto es que constituye un paso más allá de la Web 2.0, una nueva forma de compartir que hasta ahora no existía. Como recoge educar: potencia el desarrollo de las “redes sociales” y se encamina hacia un nuevo modelo basado en agregar, distribuir y compartir. Algunos, como David de Ugarte han querido ver en esto el declive de la web 2.0 porque ésta representa la separación entre producción y distribución de la información. La producción se atomiza y pasa a los usuarios. Pero la cuestión central, el poder de filtro, sigue abierta… y bajo la etiqueta 2.0 se ocultan distribuciones de poder, modelos sociales antagónicos.
El cualquier caso, Twitter no hace más que evidenciar una realidad que para bien y para mal se está convirtiendo en algo incuestionable. La necesidad de crear nuevos caminos de comunicación refleja la necesidad de los individuos de saber más, de interesarse por otras personas, pero también pone de manifiesto que los encuentros cara a cara, en los que emisor y receptor se miran a los ojos, cada vez son más efímeros. Los seres humanos necesitamos saber qué está ocurriendo en el mundo y no podemos estar en todos los lugares donde ocurre un acontecimiento, por ello es interesante que sistemas como éste hagan más cercano el espacio. Realmente Twitter nos muestra la facilidad que en este momento tiene el hombre para comunicarse, para organizarse, y eso puede ser provechoso si se utiliza adecuadamente, aunque a la hora de la verdad lo importante sea contar que se han quemado con el vaso de leche o como yo:
que estoy en pijama, sentada frente al ordenador maldiciendo la idea de dejar esta práctica para ultima hora. Por cierto, son las doce y la princesa sigue embarazada.